Cuando uno es inmortal, literalmente no tiene nada que perder. Si me dan a elegir entre EXPERIENCIA y MORTALIDAD o INEXPERIENCIA e INMORTALIDAD, elijo ésta segunda. La decisión es obvia. Tengo toda la vida para equivocarme, incansablemente.
Bukowski es admirable, pero se excedió en ésta; gustar de "personas desesperadas" se acerca demasiado a lo perverso. Quizá sí se vuelva muy atrayente, admirable, la marginalidad del que no tiene nada que perder y que, con autoconsciencia de su situación, la quiere. Pero ése no es un espacio para cualquiera, está reservado a unos pocos elegidos.
Bukowski es admirable, pero se excedió en ésta; gustar de "personas desesperadas" se acerca demasiado a lo perverso. Quizá sí se vuelva muy atrayente, admirable, la marginalidad del que no tiene nada que perder y que, con autoconsciencia de su situación, la quiere.
ResponderEliminarPero ése no es un espacio para cualquiera, está reservado a unos pocos elegidos.
Mentes desesperadas, destinos desesperados… Leo sus poemas esperando a unas de sus putas. No pierdo las esperanzas…
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