Cuando uno es inmortal, literalmente no tiene nada que perder. Si me dan a elegir entre EXPERIENCIA y MORTALIDAD o INEXPERIENCIA e INMORTALIDAD, elijo ésta segunda. La decisión es obvia. Tengo toda la vida para equivocarme, incansablemente.
sábado, 13 de febrero de 2016
La gente está tan sola y con tanta ausencia de afecto, que naufraga en la tristeza. Y cualquier muestra de cariño, a veces es su salvavidas.
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