domingo, 16 de octubre de 2011

CAPÍTULO 7: Contacto 2.0

Los ojos se le inundaron de emoción y el corazón le comenzó a latir en todo el cuerpo.


Abrió el MSN y le envió una invitación para chatear, enseguida lo vio conectado. En silencio y ansiosa esperó a que él le hablara.

— ¡Hola Polaco!

— ¡Hola!

— ¿Cómo estás tanto tiempo?

— ¡No lo puedo creer todavía! ¿Sos vos de verdad? jajajaja.... qué locura, me parece mentira todo esto...

— ¿Viste? Gracias a la tecnología ahora podemos conversar. ¡Pasaron 10 años, Polaco!

—Sigo sin poder creer que después de una década YO HOY esté hablando ¡con VOS! ¡In-cre-í-ble!

¿Estabas yendo a dormir? Es tarde ya y no quiero joderte...

—No, bueno en realidad estaba a punto de acostarme pero me intrigó saber de vos... después del paso del tiempo... me sorprendió recibir noticias tuyas... ¿Cómo estás vos? ¿Seguís viviendo en el mismo lugar?

—No, me mudé de aquel departamento que vos conociste. Sigo en Villa del Parque pero ahora estoy del otro lado de la vía. A unas pocas cuadras de aquel viejo departamento. ¿Y vos? Te felicito por tu familia, antes que nada. ¿Por dónde andás?

—Estoy a un par de cuadras de las vías del San Martín, es el partido de Tres de Febrero. ¿Sabés que no puedo creerlo todavía, no? A ver, nunca creí que volvería a saber de vos, ¡jamás se me cruzó por la cabeza!

—Tengo que preguntarte algo, entonces. ¿Te molestó que haya aparecido, así de la nada, 10 años después? Sé sincera como sé que lo sos, o cómo te recuerdo.

—No, todo lo contrario. Tener noticias tuyas fue una gran sorpresa pero una sorpresa linda. ¿Entendés? Es como recibir noticias de un viejo amigo al que uno le perdió el rastro... Eso. Una alegría inesperada.

— ¡Qué bueno! Te tengo que confesar que me costó mucho animarme a escribirte. Pensé que no tenía ningún derecho en aparecer de la nada, salir de debajo de una piedra y decirte "¡Hola que tal! ¿Te acordás de mí? Salimos un año y medio allá por el 99 - 2000"  Temí meterme dónde no me llamaron y que me sacases a las patadas...

—Sí, claro. Es fuerte. Tan fuerte que por eso no salgo de mi asombro...  y vos... ¿Estás en pareja?

—Tengo una novia, pero... es.... algo complicado... Es una relación compleja, digamos que si tengo que explicar la situación ya te imaginarás por dónde viene lo complicado...

—Supongo que entendí. Vendría a ser una relación con una chica que a su vez debe tener una relación más formal con otro... ¿no?

— ¡Exacto! ¡Sabía que lo entenderías!

—Ja. Bueno, es re tarde ahora. Será mejor que me vaya a dormir. Te mando un beso grande y cuidate. Chau!

Y se desconectó antes de leer la respuesta de él.

—Un beso enorme, Polaco.

Se quedó un momento frente al monitor, desconcertada. ¿Por qué esa reacción tan violenta de desconectarse así de golpe? Apagó la computadora y se acostó junto a su marido a oscuras. Encendió por un segundo el velador de su mesita de luz para cerciorarse de que su esposo estuviese dormido. Se acomodó para dormir, pero algo la perturbaba desde la profundidad de los recuerdos. Finalmente el cansancio la venció y pudo conciliar el sueño.
Mientras tanto él traspasaba parte de toda la música que tenía en la PC a su diminuto Ipod para poder escucharlo en el auto, camino al trabajo y de regreso. Seleccionó primero los discos que más le recordaban a ella.  

3 comentarios:

  1. Que pesadita se está poniendo la mano...

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  2. Tortuosa historia, no por los hechos externos sino por la psicología de los personajes. Un deseo mortificado. Y el marido siempre ahí, imparcial. Sigo la historia. Saludos!

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  3. Tan sincera, tan complicada, tan increíble, tan tierna, tan emocionante... Una forma larga y tediosa de decir TAN REAL!!!
    Espero ansiosamente lo que siga!!!

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