Cuando uno es inmortal, literalmente no tiene nada que perder. Si me dan a elegir entre EXPERIENCIA y MORTALIDAD o INEXPERIENCIA e INMORTALIDAD, elijo ésta segunda. La decisión es obvia. Tengo toda la vida para equivocarme, incansablemente.
Ese comentario tiene algo de adolescente desesperado que le roba puntos... Pero esa falla no se aplica a mí consideración. Esos pedidos, reclamos, exigencias, son maravillosos. Suscribo la cita con las dos manos.
Ese comentario tiene algo de adolescente desesperado que le roba puntos... Pero esa falla no se aplica a mí consideración. Esos pedidos, reclamos, exigencias, son maravillosos. Suscribo la cita con las dos manos.
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