sábado, 5 de noviembre de 2011

CAPÍTULO 9: Nostalgias


2009.
Las charlas vía MSN fueron cada vez más frecuentes, todas las noches intentaban localizarse para chatear de manera, a primera vista por lo menos, inocente. Recordaban aquellos momentos que compartieron con tanta intensidad. Las charlas terminaban muchas veces con un sentimiento inocultable en ambos de una profunda nostalgia.
Después de diez años se redescubrían con aquel sentir melancólico compartido por esos momentos imborrables para él, y en muchos casos intencionalmente bloqueados por ella.
Mientras que él recordaba mucho de lo vivido juntos con infinidad de detalles, ella se había tomado el trabajo, el esfuerzo de intentar olvidarlo a él y gran parte de su historia juntos.
Resultaba evidente para ella, ahora, después de una década, que ese afán había resultado en vano. No le demandaba demasiado trabajo hurgar en su memoria para traer a la superficie de los recuerdos, partes de esos momentos que compartieron hacía tanto tiempo ya.
En muchos de esos chats terminaban reviviendo esas risas o esa pena magnificada por el lente inescrupuloso del paso del tiempo. Sabían ambos que el tiempo tiende a distorsionar las formas y a aumentar las pequeñas cosas e incluso, hasta sobrevalorar sucesos insignificantes, pero no les importaba en absoluto caer en esa trampa perfecta del plano temporal. Solo les interesaba traer fragmentos de recuerdos compartidos antes, para revivirlos con esa misma intensidad, y muchas de esas veces, lo lograron.
Terminó febrero, pasó marzo, llegó abril y un jueves por la tarde en la que él disfrutaba de un franco en casa lanzó una pregunta por chat que la paralizó:

   ¿Podemos hablar por teléfono? Me cansa escribir... a lo que ella respondió con su número telefónico.

RIIIIIIINNNNNNNG
RIIIIIIINNNNNNNG

   ¡Hola!

   ¡Hola Polaco!

   ¡Qué increíble! Es increíble que volvamos a hablar por teléfono, ¿no?

   ¡Tenés la misma voz que recordaba!

   Y vos ¡también! ¿Será acaso que la voz no envejece?

   No sé pero se me puso ¡la carne de pollo de escucharte hablar!

   Jajajajajajaaaa.... ¡Bobo!

   ¡En serio! Y ¡te reís igual que antes! Jamás olvidé tu risa, tu risa es entre ronca y seca. Una risa difícil de describir, una risa que no sale porque sí, hay que sacarla y es todo ¡un laburo sacarla!

   No sabía que me reía con ronquera...

   Es difícil de describir pero es una risa que llega desde lo profundo. Es rara. Me gusta.

   Qué bueno que podamos conversar por teléfono, me gusta. Tiene algo de mágico.

   Mágico sería poder verte.



2 comentarios:

  1. me gustó este capítulo, es simple, sin vueltas, tiene de amor, tiene de palabras justas y hace honor al título siendo nostalgioso. Bien señora autora, usted sabe expresar la vida, la sigo

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  2. Hay frases que uno tira a veces y 4 microsegundos después que el eco deja de escucharse, hay un "suspense" en el que se piensa "por favor!!! ¿dije eso o lo pensé?... "Mágico sería poder verte" es una de esas, exactamente...

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