lunes, 25 de junio de 2012

CAPÍTULO 20: Antes de todo. Antes que nada. 2° parte.






23 de octubre 1998. 20 horas. Villa del Parque.

Llegó a su casa, en Villa del Parque, en su Fiat Tipo gris. Subió por ascensor los siete pisos hasta su departamento. Encendió el equipo de música. Se sacó el ambo verde con olor a quirófano y desnudo sacó del freezer un corte de carne. Encendió el horno y se fue a bañar. El recientemente obsequiado gatito lo esperó sentado frente a la puerta cerrada del baño. Lo bautizó "Buko" en honor al escritor norteamericano Charles Bukowski. Una de las tantas frases favoritas de Bukowski era: "La vida es todo lo agradable que se lo permitas." Y el gatito gris de pelaje alborotado era muy Bukowski. Mirada nostálgica con apenas dos meses de nacido. Como si desde el momento de su nacimiento hubiese estado esperando la muerte. Desde el instante de sentir hambre, sed, sueño hubiese estado perdiendo el tiempo esperando la muerte.
Salió del baño y puso la carne en el horno con pedazos de papas y cebollas cortadas. Mientras se cocinaba la carne se dispuso a practicar un rato con el bajo. Lo agarraba cada vez que le parecía que lo observaba desde su soporte en el living. Al cabo de casi una hora, el aroma de la carne asada lo llamó con urgencia. La cena estaba lista y en el punto que más le gustaba. Cenó, cambió de CD del equipo de música, el teléfono sonó.

   ¿Hola?

   ¡Hola! ¿Cómo estás, ruso? —preguntó su amigo Rolo.

   ¡Rolo! Todo bien, recién llego, fusilado. ¿Vos?

   Bien. Estuve todo el día al pedo. Se cortó la luz en el consultorio y tuve que cancelar todos los pacientes de hoy. Los pateé a todos para la semana que viene. Ya me imagino el quilombo de sobre turnos que me espera.

   ¡Uh! ¡Qué cagada!

   ¡Sí! Che, te llamaba por lo de Andrea. ¿Salieron al final? Recién me preguntó mi novia si sabía cómo había resultado la cita con su amiga. ¿Pasó algo? ¿Hubo onda?

   ¡Ah! Sí. La llevé a cenar a la costanera. Linda mina, Andrea.

   Te conozco como si fuera tu viejo, ruso. ¡No te gustó Andrea!

   No te voy a mentir. No es que no me haya gustado. Está fuerte, es linda, simpática... pero no hubo piel. No teníamos tema de conversación. Además... no sé cómo llegué a aceptar una cita a ciegas. Tu novia sabe que no me interesa ponerme de "novio" y lo que pienso del matrimonio, los hijos, el compromiso. Ya lo discutí con ella un par de veces, y es más, vos, boludo, me diste la razón en todo y estás planeando ¡casarte!

   Sí, pero bueno.... ¿Te la cogiste?

   Sí.

   .... y ¿ahí tampoco hubo onda?

   Sí, bah, no sé. O estaba muy nerviosa o no sé. Lo sentí como que los dos estábamos cumpliendo un trámite.

   ¿Decís que a ella tampoco le gustaste?

   La verdad que no sé y te soy sincero, tampoco me preocupa mucho que digamos. No sé.

   Bueno, veo que no me querés contar ni medio...

   Es que la verdad que no tengo más para contar. La pasé a buscar por la casa. Fuimos a comer, charlamos un poco durante la cena. La pensaba llevar a la casa de vuelta pero en el auto pintó para apretar, y bueno, de ahí a un telo, cogimos y después la deposité en su casa sana y salva. Ni quedamos en llamarnos ni volvernos a ver ni nada.

   ¿Me estás jodiendo? ¿Te la cogiste a Andrea y no te dijo de volverse a ver? —una lejana voz de mujer interrumpió la charla, era la novia de Rolo que le preguntaba qué había pasado con Andrea. "¡Se la cogió!" le contestó Rolo. Hubo una charla sorda en el auricular hasta que Rolo destapó el teléfono para continuar la conversación— ¡Acá me dice mi novia que te diga que sos un hijo de puta!

   ¿Por qué?

   "Porque si te la cogías tendrías que haber tenido la amabilidad de volverla a invitar. Es su mejor amiga" y dice que "la que queda mal es ella". Mirá, no te hagas dramas por mi novia, está re caliente pero por Andrea. No engancha a nadie.

   Bueno, ya alguien va a caer...

   ¿A caer? ¿Por qué decís eso?

   A caer rendido a sus pies...

   ¿Qué pasó? ¿Hay algo que no me estás contando?

   No —afirmó al tiempo que acariciaba el tibio pelaje gris de Buko.

   ¡Ruso!

   Es que la mina tiene de todo para una salida pero se le nota mucho, mucho el apuro de enganchar... es eso. Nada que no se arregle con un flaco con el mismo apuro de casarse.

   ¡Ahhhhhh! Ya caigo. ¡Está desesperada!

   Sehhh... Decile a tu novia que le diga a su amiga que disimule el vestido de novia debajo de la ropa... —se rieron juntos al unísono.

   Bueno, no te preocupes. No te jodo más. Hablamos en otro momento así arreglamos algo para salir a morfar un día de estos.

   Dale. Un abrazo.

   Chau.

Cortó. Miró la hora. Casi medianoche. Se acordó de que a las dos de la tarde del día siguiente recibiría a la profesora de inglés para la "clase cero". Sacó los dos libros de texto y los casetes que le dejó el viejito vendedor de Faster Ways y los puso sobre la mesa ratona del living. Se sentó, encendió un cigarrillo y revisó los libros. Le pareció muy didáctico. Los volvió a dejar sobre la mesa. Se paró frente a la biblioteca del living y sacó "Los hermanos Karamazov" de Dostoievski. La única forma de sobrellevar su insomnio crónico era a través de la lectura. Mientras, Buko dormía en el extremo de la cama hecho una pelota suave y peluda.
A las cinco lo venció el sueño. A las diez lo despertó la claridad de una hermosa mañana soleada de octubre. El día era pura primavera. Se sintió renacer.



6 comentarios:

  1. ota vesh primavera? te van a retar los sabiondos !!! jajajajaja

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  2. Yo que tenia miedo de leerte y al fina due tranqui!!!
    very good dita!! segui asi XD
    @Leti2k1

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    1. Gracias por comentar, ¡sé lo que te cuesta! No tengas miedo de leerme, soy re inofensiva (?)

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  3. Lindo y fresco, una pluma inspirada, muy bien!

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    1. Gracias. Este capítulo se escribió solo... Milagros inexplicables...

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