lunes, 25 de junio de 2012

CAPÍTULO 20: Antes de todo. Antes que nada. 3° parte.







24 de octubre de 1998. Villa del Parque.

Estacionó el auto a media cuadra de la dirección de su nuevo alumno. Se había puesto un jean ajustado, plataformas de corcho, una remera ajustada blanca. Eran las dos de la tarde y hacía calor. Tocó el portero eléctrico, se anunció. "Ya bajo" fue la respuesta.
Escuchó llegar al ascensor y giró hacia la puerta. El ascensor se abrió y vio salir primero a un señor bajito y pelado que le cedió el paso a una señora regordeta enfundada en un solero ceñido de bambula verde agua. El señor bajito y pelado la tomó del brazo a la señora para conducirla hasta la puerta del palier. Detrás de la pareja se asomó él. "¡Qué alto que sos!" dijo ella, sin pensarlo, la profesora; él se sonrojó. Los vecinos sonrieron con malicia. La empujó delicadamente dentro del ascensor. Subieron siete pisos esquivando miradas y hablando del día soleado y la temperatura. Sintió un calor sofocante que le subía desde la cintura hasta las mejillas, mientras que él empezaba a percibir el sutil latido de sus pulsaciones en la sien.
La invitó a sentarse en su sofá azul marino y le ofreció algo fresco para tomar.

   ¿Qué preferís, Coca-Cola, Seven Up, agua fría? o tal vez prefieras un café... no sé, decime...

   Una coca está bien, gracias.

Al tiempo que escuchaba caer cubitos de hielo dentro de vasos de vidrio, ella echaba un vistazo por el living. La impresionó la biblioteca que prácticamente llegaba hasta el cielo raso. Le fascinó la luz que entraba por el gran ventanal que daba a la calle. Las copas de los árboles se veían tan cercanas que daba la impresión de poder tocarlas con solo extender la mano por el balcón. Buko se le acercó despacio buscando un poco de caricias femeninas.

   ¡Buko! —lo llamó él en cuanto vio que estaba en el regazo de la profesora.

   No te preocupes. Me gustan mucho los animales, todos los animales y en especial los perros, gatos, peces, caballos... y la lista sería larga si tuviésemos tiempo —bromeó mientras continuaba acariciando suavemente el cuello del gatito.

   Tomá algo fresco que debés estar muerta de calor de la calle —sonrió él ofreciéndole el vaso con la gaseosa fresca.

   ¡Gracias! —aceptó el vaso alto.

   ¿Te molesta la música? Si querés apago el equipo o bajo más el volumen, como prefieras —le dijo al darse cuenta de que tenía el equipo encendido y se escuchaba de fondo la radio Aspen y sus clásicos de siempre.

   No, dejala. Al contrario, vivo escuchando esa radio. ¡Es mi banda sonora! —exclamó sonriente.

   ¡La mía también! —contestó él con simpatía.

Bebieron sus tragos fríos y se dispusieron a comenzar la famosa "Clase Cero".

   ¿Te comentaron de qué se trata la "clase cero"? ¿Tenés idea qué es?

   Sí, me dijeron que es una entrevista personal para que los profesores y alumnos se conozcan antes de comenzar con el curso y para coordinar el ritmo de las clases.

   ¡Exacto! Para nosotros, los profes, es una guía para saber cuáles son los objetivos a cumplir por parte de los alumnos y la idea es armar un plan para alcanzar esos objetivos.

   También me dijo la chica del teléfono y me lo reconfirmó el viejito que me trajo los libros que esta "clase cero" servía también para ver si había compatibilidad entre docente y alumno. ¿Es así o es puro verso?

   Sí... sé que suena algo raro pero es así. Si no hay "piel" —dijo haciendo el gesto de comillitas — entre el profe y el alumno se percibe en esta entrevista, y se asigna otro docente más afín al perfil que haya detectado el primer docente asignado.

   Pero... ¿cómo te das cuenta si de repente vos no me caés bien para que me enseñes?

   Simple. Yo suelo medirlo con el humor. Si hago dos chistes malos y no te reís es porque te caigo mal. Si te caigo bien no importa lo que te diga que te vas a reír igual para caer simpático... pero esto que te cuento es Top Secret.... ¿sabés que ahora tendría que matarte, no? —dijo seria como si fuese un comentario al pasar.

Él lanzó una carcajada abierta ante tanta honestidad.

   ¡Me sorprendiste! —siguió riéndose algo tentado por los nervios que lo recorrían incansables.

   Bueno, lo que acabás de hacer me da el indicio que te caigo al menos simpática —se rió ahora ella.

   La verdad que nunca me hubiera imaginado que esto funcionaba así. Y decime, ¿a los profes le dan algún curso para que puedan detectar estos indicios de simpatía o rechazo o cómo funciona todo esto?

   No, es todo intuición —tomó su vaso y bebió tres tragos de gaseosa.

   ¿Hace mucho que trabajás para la empresa? —preguntó intentando recomponerse un poco de la risa.

   Hummmm —pensó entrecerrando los ojos— un año y algunos meses.

Él no le podía sacar los ojos de encima. La veía tan interesante, tan joven, tan brillante pero con esa mirada tan triste... quiso conocerla más pero se contuvo de llenarla de preguntas. Entonces decidió ir al punto de esa clase cero.

   Bueno, si me preguntás el objetivo del por qué me enganchó este curso es que quiero hablar bien el inglés. Viajo mucho y a veces siento que hablo como Tarzán. Me entienden pero siento que es porque le ponen toda la onda para entenderme.

   Veo. ¿Viajás por trabajo? ¿Sos médico, no? ¿Qué especialidad?

   Viajo por puro placer. Soy médico anestesiólogo. Cuando viajo por trabajo en general es por acá cerca y es por congresos o seminarios. Cuando viajo, me gusta irme lejos.

   ¡Qué lindo!

   ...

   Digo, poder viajar lejos. Yo desde que empecé a estudiar inglés, hace muchos años, que siempre tuve la fantasía de poder recorrer Inglaterra, Irlanda, Escocia...

   ¿A qué edad empezaste a estudiar inglés?

   A los ocho años... pero recién a los quince años me enganché con el idioma. De chica iba por obligación, de más grandecita entendí que el idioma sería una herramienta que podía aprovechar.

   Sí, justamente por eso quiero aprender a hablar bien, entender cuando me hablan y hacerme entender cuando estoy en el culo del mundo.

   Te entiendo. Es así. El inglés te abre puertas en cualquier parte del mundo hoy en día. Te diría que hasta te da la posibilidad de viajar sin salir de casa. Hay libros excelentes que deben ser leídos en su lengua original.

   Sí, ese también es otro placer. Leer. No encontré todavía un libro en inglés que pueda ponerme a leer sin el diccionario.

   Ah, pero yo te los puedo traer. Tengo un montón de libros en inglés, con cuentos y novelas, adaptados para estudiantes. Están re escritos con términos simples y construcciones más sencillas que en la versión original.

   Pero eso estaría fuera de este curso que da Faster Ways, ¿no?

   Sí, el curso de Faster Ways está planificado para cumplir con las 52 clases pero te puedo dar material extra si te interesa la literatura. En realidad, depende de vos si querés este plus.

   Sí, ¡claro que me interesa!

Notó que había tomado toda su Coca-Cola, se paró y levantó ambos vasos. —Yo me voy a servir un gin tonic, ¿querés uno? Total, no estamos quebrando ninguna ley... las clases no empezaron todavía...

   Bueno, te acepto el trago.

En la cocina preparó dos gin tonic cargados y con hielo. Llevó un cenicero limpio y lo puso sobre la mesa ratona. Le alcanzó su trago y abrió el ventanal de par en par, una brisa movía sutilmente las largas, blancas y livianas cortinas del living.

   ¿Te molesta si fumo? Perdoná, ¿fumás? —le dijo al tiempo que le ofrecía un cigarrillo rubio.

   Fumo, fumo bastante y rubios. Nunca en una clase y delante de un alumno pero si me permito un gin tonic, me permito fumar... ¿no? —se rió para sí.

   No hay dramas. Así que te gusta el alcohol, el cigarro, la música...

   Si estás evaluándome para cuando te llamen para saber si me aceptás como tu profe te digo que es la primera vez que hago esto —soltó con simpatía en una carcajada.

Ambos se rieron cómplices.

   Quedate tranquila que todo lo que pasa en mi departamento, queda en mi departamento.

   ¡Así que esta es la famosa "Las Vegas"! —volvió a bromear exhalando una bocanada de humo blanco.

   ¡Tal cual! ¡Tal cual! —volvía a reírse con ganas.

La tarde fluyó con total naturalidad. Algo mágico los sobrevolaba. Se sentían cómodos el uno con el otro, se sentían con muchas cosas en común, se divertían juntos. A él le fascinó su cara, su cuerpo, su boca, su voz, su risa ronca, su humor ocurrente... quedó maravillado por la suerte que le había tocado. A ella le encantó todo, desde sus ojos verdes hasta ese sentido de oportunidad que habían hallado juntos. Sintió que juntos estaban ensamblados en algo poderoso, que había atracción química, física, intelectual, sexual. Ambos se propusieron en ese mismo instante que no dejarían escapar al otro. Se conocieron y el mundo comenzó a tener otro sentido.

6 comentarios:

  1. ¡Juajojaje! Il savionde fui el primo ke güeno; estopa ke shamo ermanO--- Hola, me dice que le gustó mucho y que tiene muy lindo estila este capítulo. Le encantó!

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  2. "Se conocieron y el mundo comenzó a tener otro sentido"....

    SIN PALABRAS.

    P.

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  3. lala la lala!!
    dita te pagaron las marcas? digo coca cola,radio Aspen =)
    quiero mas quiero que siga rápido!!

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  4. Caramba, me laten la sienes. :)

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