jueves, 22 de diciembre de 2011

El amor del Tuki -Radioteatro- de DitaStonehenge


NARRADOR: Tuki tiene catorce años y vive en la calle. Tiene cinco hermanos, dos de ellos viven con él en la plaza del periodista, en la estación de San Justo. La conocida placita de los rateros. Duerme dentro de la estación en invierno y en uno de los vagones abandonados del ferrocarril Roca en verano. Su día empieza cuando lo despierta el hambre, entonces va a desayunar. 

NARRADOR:Sale a la calle y lo primero que hace es ir a la ferretería.
[Campanilla de puerta]
UKI: Uena, un posi jefe. 

HOMBRE: son siete pesos.

TUKI: Tomá.

NARRADOR: Inhalar el poxiran hace que se le pase el dolor del hambre, el dolor de la soledad, y que todo esté bien por más o menos una hora y media, o menos. Cada vez le dura menos el efecto y lo necesita más. No sabe dónde están sus hermanitos pero supone que ya van a aparecer a pedirle poxi. Cerca del mediodía empieza su recorrida por el barrio a pedir. Pide una moneda pero en realidad necesita más que eso. 
[Timbre de casa]
NARRADOR: La mujer desde la ventana se asoma y no llega a decir una palabra que Tuki empieza a trabajar.

TUKI: (habla de corrido) Ueno día doña. Soy un chico de la calle, tengo 5 hermanito que tengo que cuidar y ando pidiendo una ayudita, vio? Lo que usté me quiera dar, doña sin molestar y con mucho respeto, ¿me da una moneda para poder comprar un litro de leche para mis hermanitos?

MUJER: (distante) No, no tengo plata pero te puedo dar un poco de pan. ¿Lo querés?

TUKI: Y bueh, deme el pan. ¿Pero tiene una moneda?

MUJER: No. Solo tengo el pan.

NARRADOR: Tuki acepta la bolsa con tres flautitas que la mujer le alcanza alejada de la reja que los separa.

TUKI: Chau ¡pedazo de trola!
[Aplaude las manos]
NARRADOR: El dueño de casa abre la puerta y asoma la cabeza con un cigarrillo en la boca.

TUKI: (habla de corrido) Ueno día jefe. Soy un chico de la calle, tengo 5 hermanito que tengo que cuidar y ando pidiendo una ayudita, vio? Lo que usté me quiera dar, jefe sin molestar y con mucho respeto, ¿me da una moneda para poder comprar un litro de leche para mis hermanitos?

HOMBRE: No, no tengo.

TUKI: ¿me dá un faso?

NARRADOR: el hombre saca del bolsillo de la camisa un paquete de cigarrillos mientras se acerca a la reja de calle y le da dos. Tuki los acepta.

TUKI: Gracia, pedazo de forro.

NARRADOR: Tuki repite esta rutina a diario. Sale a pedir y acepta lo que le dan aunque no sea lo que realmente necesita. Tuki necesita una familia, su familia. A la hora de la siesta va a la estación de tren a juntarse con los otros chicos, entre ellos están los trapitos y los limpiavidrios de la zona. Van a comer algo, a tomar algo, a jalar algo y a fumar algo. 
[Risas de fondo]
TUKI: Ché, vení que traje el morfi.

CHICO: ¿Qué me trajiste? Mirá que el caviar me cae mal, eh.

TUKI: hacete el gracioso pelotudo. Traje do flautita, y un big mac de pollo. Bah, medio big mac. El conito te lo debo.

CHICO: otra vé será, no hay drama.

TUKI: ¿vamo a la 20 a la tarde?

CHICO: Nah, pusieron gorra ahí.

TUKI: Dale, un toque pelotudo.

CHICO: Ahhh... a vó te gusta la minita esa de la otra vé. La conchetita esa. La rubia teñida te gusta a vó.

TUKI: sí, me re cabe la minita, ¿Cuál é?

CHICO: Nada, aparecete con un audi y sabe como te da calce la mina..

TUKI: Pero no levanto coche yo ¡pelotudo!

CHICO: Vó no, pero Cascote sí. Lo viste yugar un montón de vece, te ví haciéndole la campana, o ¿te cree que soy gil yo?

TUKI: un par de vece nomá. Mirá, ahí está Cascote
[Chiflido]
TUKI: ¡Cascote! Eh! Vení! Acá! Acá puto!

CASCOTE: ¿Qué hacen putas?

CHICO: che, boludo. ¿El tuki quiere un alta gama?

CASCOTE: ¿lo queré comprar tuki? Mirá que sale mucha merca, eh! 
[Larga una risotada]

TUKI: no, pelotudo. ¿Vó tené por ahí un coche para bancarme un día de esto?

CHICO: Pasa que el tuki está re caliente por una minita de la 20 y la quiere impresionar con un auto. Para que lo vea que no es una rata, ¿entendé? Bah, que es un rata se le nota hasta con los ojos cerrado (se ríe fuerte)

CASCOTE: pará, me parece que tengo un BMW acá en el bolsillo... pero ¿qué te creé que soy pedazo de forro? ¿Una concesionaria? Yo no voy a poner la yuga para que vo te hagas el pibito bien por una pendeja del orto.

TUKI: bueno, que se yo, capá que tené un auto sin entregar y me lo podías bancar un rato, no sé.

CHICO: claro, ¡lo tiene en lista de espera mientras le hace el 08! [Se ríe fuerte]
[CASCOTE y CHICO se ríen fuerte burlándose de Tuki]

NARRADOR: Tuki no entiende por qué se ríen de él, o de lo que él sería capaz de hacer para conquistar a la chica de sus sueños. Ella se llama Lorena, tiene 13 años y cursa en la Escuela Media 20 de San Justo.
[Bullicio de salida de escuela]
CHICA 1: Lore, ¿vamos al Mc Donald?

LORENA: Dale, pero tipo que media hora y nos vamos, eh! No quiero llegar tarde a casa.

CHICA 2: Sí, boluda. Nos compramos un conito y vamos caminando a casa.

LORENA: Dale, ¡vamos chicas!

NARRADOR: Tuki las observa a la distancia, como algo imposible de alcanzar. En el bolsillo se le pegó la bolsita con el poxi. Decide seguirlas a media cuadra de distancia.
[Tránsito]
CHICA 1: Chicas, las dejo acá. Nos chateamos más tarde. Besis.

CHICA 2: Ay, te acompaño Lu. Chau Lore. Conectate más tarde, eh.

LORENA: Sí, vayan chicas. Después hablamos por el chat.

NARRADOR: Tuki sigue de cerca a Lorena que aún le quedan tres cuadras más hasta llegar a su casa. Detrás de un árbol, saca su bolsa de poxi y jala y... alucina.

TUKI: ¡Hola, Lore!

LORENA: ¡Hola Tuki!

TUKI: ¿Te molesta si te acompaño hasta tu casa?

LORENA: No, para nada. Vamos. Qué bueno verte hoy.

TUKI: ¿Sí? ¿Pensaste en mí?

LORENA: Mucho.

TUKI: Yo también.

LORENA: Es más, estaba en el cole y no veía la hora de salir para verte. Sabía que ibas a aparecer. Bah, tenía la ilusión de que aparecieras. Te extrañé.

TUKI: Yo también quería verte. Es más, tanto tanto pensé en vos que te compré esto.

NARRADOR: Lorena recibe un paquetito plateado con un moñito azul. Lo abre lentamente.

TUKI: ¡Dale, abrilo! ¡Te va a gustar!

LORENA: ¿Qué es Tuki?

TUKI: Pero dale, abrilo. ¡Abrilo pelotuda! [violento]  ¡Abrilo pedazo de trola!

NARRADOR: y Tuki finalmente volvió de esa loca alucinación pegándole fuertemente al tronco de un árbol. La mano le sangra pero ya no siente ningún dolor.

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